"...El maguey es como la raíz de nuestra tierra y el pulque su sangre, una sangre que debiera seguir alimentándonos...”




miércoles, 2 de noviembre de 2011

9º Tour Pulquero "Las Bodegas De Moctezuma" El Tinacal De Lievana




El Tinacal de Lievana



Ubicación: Calle Sol casi Esquina con Lerdo Colonia Guerrero. Cerca del Metro Guerrero.


Al salir de nuestra primera estación, parte del comité organizador discutimos sobre cuál sería la mejor ruta para llegar a la colonia Guerrero AKA La Warrior. Consultando el infaltable e infalible mapa elaborado por un servidor, optamos por el traslado a pie que no fue del agrado de todos los asistentes, debido al calor de sábado capitalino.



Una vez superada la desorientación al dar con la avenida Flores Magón, la seguridad del comité volvió. La fachada de esta pulquería en mi opinión, evoca más bien un bar… y el ambiente en su interior -al menos en esta ocasión- recordó al de un bar. Aquí se vende cerveza, pulque y curados. Y es que no es de extrañar, en varias pulquerías que sobreviven, lo hacen gracias al ¿antaño? enemigo del pulque. Había curado de guayaba.




Las mesas se llenaron tanto que hasta caminar al baño era toda una hazaña. Aquí no había sinfonola, pero sí una TV y reproductor de video y mp
3, el cual, amenizaba la tarde.


Entre risas, gritos y buena onda pulquera entre conocidos y desconocidos
, de repente una discusión que derivó en golpes entre un par de parroquianos ajenos al tour, provocó variadas reacciones entre los asistentes a “Las Bodegas de Moctezuma”. Desde risas y comentarios del tipo “Típica pelea de pulquería…”, hasta miedo y desalojo voluntario del local para platicar más tranquilamente con la banda.






Los incidentes no terminaron ahí. Uno de los señores que participó en la gresca, intentó socializar con algunos asistentes, incluido nuestro fotógrafo estelar, a quien intentó arrebatar la cámara fotográfica justo después de posar de mil y un maneras para la “variedad” del momento, desatando la desaprobación de no pocas personas. Para este momento, la mayoría de asistentes ya habían abandonado el local y el ambiente gestado en la acera estaba más agradable. Ante tal contexto, un par de señores justicia*** entraron en la pulquería

para dialogar con el revoltoso. Desconocemos el desenlace de dicha persona con ojos y actitud colorada.





La confusión reinaba en el ambiente. Varios asistentes abandonaron el recorrido sin decir ni adiós. Es en la segunda pulquería de los tours, donde todos nos presentamos, hablamos de nuestras experiencias personales con el pulque y además escuchamos las valiosas aportaciones de las personalidades pulqueras. Sin embargo, en esta ocasión no pudimos escuchar –por ejemplo- a Javier Gómez Marin (Coleccionista de objetos pulqueros), ni a Raúl Guerrero Bustamante (Director de la Asociación de Amigos del Museo del Maguey y del Pulque), entre otros. Además de todo, en lo personal, el pulque dejó mucho que desear.

Una parte del comité organizador se separó del grupo dada la confusión y las idas por gente que se incorporaba al tour. La mayoría nos desplazamos hacia eje 2 norte y de ahí, al mero estilo de estudiantes de escuela pública media superior, atiborramos un camión rumbo a Avenida del Trabajo.


*** Léase Policía.


1 comentario:

Anónimo dijo...

El Tinacal de Lievana, qué palabra será la más acertada para describirle: tugurio, antro, cuchitril. Estar ahí lleva a la mente a perderse entre ideas e imágenes olvidándose por completo del pulque; un bar de mala muerte; pitonisas hablando de lo que aún no existe con la ayuda del ángel que piensa frente a mí; abundancia de sillas mugrientas como para una reunión muy nutrida; lo estropeado y embarrado del plástico que cubre los manteles de las mesas, el cual impide poner mis hojas para comenzar la lectura y escribir; el perro que se supone ser blanco y pasea por el establecimiento. Mi cerebro hubiera continuado su ir y venir de no haber sido sufrido dos interrupciones: El fétido aroma a meados perrunos que emanaba de la jerga mientras la anciana simulaba hacer el aseo. El sabor caduco y ácido de aquella bebida; dos sorbos y la cantidad de días transcurridos desde que aquella sustancia llevaba en aquella pocilga imaginé.