"...El maguey es como la raíz de nuestra tierra y el pulque su sangre, una sangre que debiera seguir alimentándonos...”




jueves, 27 de agosto de 2009

Proximo Tour Pulquero





Tour Pulquero "Vayan Entrando"

Propósito: Recorrido e identificación de algunas pulquerías del sur de la ciudad. Reinterpretación urbanística de los espacios del consumo de pulque como el antiguo pueblo de Mixcoac, La Quinta Rosa y Tizapán. Historia oral, fotografía, turismo urbano, gastronomía.

Cita: Nuestro Tour pulquero se llevara a cabo el Sábado 5 de Septiembre a las 11:00am con una tolerancia de 15 minutos después de la hora.

Nos veremos en la estación del metro Mixcoac debajo del reloj dirección Barranca Del Muerto.

El presupuesto estimado es de: $120.


lunes, 24 de agosto de 2009

La Línea De Fuego


Es complicado comenzar hablar de este lugar porque hay mucho que decir de él y a diferencia de otras pulquerías, es una de las menos conocidas. La línea de fuego se encuentra la calle de Hortelanos casi esquina con la avenida Congreso de la Unión, en la Colonia Morelos I. Es sencillo llegar a la misma porque se ubica unos pasos del Metro Morelos, en la salida dirección Santa Anita de la línea 4. Mirando hacia un pequeño jardín, esta pulcata es un guardián del tiempo, de esos que han resistido el paso del metro, los ejes viales, las clausuras, los sismos y tantas otras cosas. De su tipo, en colonias eminentemente populares ya no quedan muchas, basta recordar que probablemente sea la única o una de las poquísimas que se encuentran cerca de la zona de Tepito y anexas, en donde las pulquerías han desaparecido de manera definitiva.

Quien sabe cuantas historias podríamos hilvanar e imaginar con respecto a esta pulquería, que a la vez parece tan ajena y tan pertinente en su ubicación, encerrada entre sitios en los que literalmente brotaban las pulquerías y de las cuales no queda casi rastro alguno, como Candelaria, Ferrocarril de Cintura o Mixcalco. El entorno es dominado por un gran edificio de la compañía TELMEX y por la línea elevada del Metro, mientras que a los flancos de esta pulquería se abren las pequeñas calles adornadas por algunos puestos ambulantes, de clásicos colores azul y rosa; además como compañía inseparable se varias vecindades en los alrededores.. El número doscientos sesenta y nueve habla por sí mismo, es el número de licencia del establecimiento, cuya edad desconocemos pero que aproximadamente debe datar de las primeras décadas del siglo pasado. El local muestra varios procesos de restauración, en el área de baños, paredes y de manera significativa en su techo que ahora es de asbesto; aunque no es muy grande, en su interior hay varias mesas para acoger una gran cantidad de clientes.

La temperatura del sitio es agradable porque su altura permite mantener el sitio fresco la mayor parte de día. Hay altar, molcajete y rockola, aunque por lo visto la clientela ha menguado bastante, convirtiéndose en el refugio de algunos asistentes que no precisamente consumen pulque en su interior. Detrás de la barra, el jicarero quien no se ajusta para nada a la romántica imagen (regordete o bigotón), es un hombre semi calvo que lleva anteojos y quien al parecer es poco amigable con aquellos que no concurren seguido al establecimiento. El repertorio diario consiste en un solo curado, en cuanto a la calidad del pulque no es del todo buena, a reserva del temporal, en esta ocasión nos remitimos a la presencia de un pulque ácido y de consistencia fuerte.

El precio del curado oscila entre los 17 pesos por litro, sirviéndose en vasos de botella cortada. Más por tradición que por negocio, esta pulquería ejemplifica la lucha contra la aniquilación en medio de un ambiente hostil.


Reseña Por Ulises Ortega

martes, 18 de agosto de 2009

Expendio De Pulque "Salon Casino"



Ubicada casi en la esquina de Isabel La Católica y la calle de Lorenzo Buturini esta pulquería conserva todos aquellos elementos que la hacen un buen lugar para tomar pulque, tiene adornada en sus paredes fotografías en blanco y negro: fiesta taurina, pulquerías viejas, consejos, un altar a la virgen que esta de frente a las puertas que es lo primero que uno ve cuando entras. Un baño improvisado pero bien hecho con un mingitorio pequeño pero funcional "mea feliz mea contento pero hijo de la chingada meate adentro" aclaraciones en hojas de papel "aquí no se discrimina a ninguna persona sin importar su sexo, religión o preferencia sexual" eso es igualdad. Unas mesas que son pocas, porque el lugar es pequeño pero cómodo, limpio y hasta donde se puede ver bien conservado nos encontramos con que Jorge (el encargado) es una persona amable y que gusta de las bromas y la platica, de los albures y las mentadas de madre a sus fieles pulqueros, todo ello en el marco del respeto que existe dentro de ese lugar, hace unos años ahí trabajaba el "Cheff Panchito" una persona que recordaba con alegría esos momentos en los que era jicarero y había como el dice "una pulquería en cada calle o hasta dos".

El ultimo lugar en la Obrera donde venden pulque una colonia que creció como su nombre lo indica surgió de sus obreros y de sus fabric
as no tan alejada del centro pero tampoco tan en el centro la obrera tenia por lo menos 15 pulquerías entre las que estaban "Los Milagros De Don Justo" "Aquí Que Hay" y muchas mas que ahora son tiendas o imprentas me comentaron alguna vez que "El Salón Casino" tiene mas de 100 años como pulquería y no lo dudo el edificio se ve antiguo en su arquitectura Jorge explica que hasta hace unos años el había perdido la fe en el pulque pero de nuevo la recupero al ver que de nuevo la gente se interesaba en ellos.

Lo mejor de esta pulquería son los curados la clientela y la botana deliciosa
botana acompañada de una salsa que es de las mejores que se pueden probar en una pulquería. Aquí se han realizado reportajes desde periodicos hasta televisoras han venido a ver el ultimo oasis de la colonia obrera ¿se acaban los curados? basta con venir a las 6 o 7 de la tarde para ver que solo queda uno o ninguno ¿porque? porque simplemente son excelentes avena y jitomate son los que siempre hay mas una variedad que supera los 20 curados todos los días se pueden degustar 4 de ellos mas los especiales los fines de semana hasta 6. Recomiendo ampliamente el pulque de ajo por aquel sabor que pocos llegan a conocer o encontrar el sabor al maguey a natural por algo el nombre no desprecio un cara blanca nunca ahí también el curado de avena y zarzamora son únicos y no tienen comparación con los de ninguna otra pulquería. Aquí fue donde probé el pico de gallo ese curado tan especial que contiene: jugo de naranja, cilantro, cebolla y chiles picados hacen que revivas después de la cruda eso si acompañado de una buena dosis de tacos de salsa o botana nunca esta demás probarlo por el gusto de saber a que sabe.

Los clientes
fieles al Salón Casino son en su mayoría personas de los alrededores que han sobrevivo a los embistes del tiempo que han crecido a la par de la ciudad y a la par de las desapariciones de la pulquería pero que encuentran aquí ese alivio a todos los días a su pobreza talvez a su enfermedad al pensamiento mismo. Son personas que amablemente te regalan una sonrisa un saludo y hasta una jarra de pulque un vaso todo lo que este en su alcance, ellos lo demuestran sin pedir nada a cambio eso si cuando estés mejor que ellos o no tan roto discutirse con algo es escencial no devolviendo el favor simplemente por el gusto de hacerlo y ver que todos podemos compartir el pulque. Aquí se reunen 3 generaciones a las primeras horas de la mañana pasan los trabajadores y jornaleros que llegan por combustible para echar todo lo bueno de ellos en la tarde personas de entre 45 y 80 años se sientan ahí a conversar y no es raro ver chavos después de las 4.

Hay un momento donde todos se juntan y se vuelve un festival de voces y formas de hablar de olores y de palabras desde la mas educada hasta las grosera pero en el Salón Casino no existen ofensas solo camaradería.

Esta pulquería es digna de visitarse conservarse y sobre todo de mantenerse abierta porque como esta solo quedan pocas y esta es una de las mejores muestras de lo que es una pulquería visitenla no se arrepentirán eso si querran regresar muchas veces mas.

Gracias a Proyecto Oxido por las fotos.

martes, 11 de agosto de 2009

La Bonita Pulqueria Museo


Primera Impresion
Felipe Ramirez


La bonita se encuentra entre las calles de Aluminio y Cananea cerca del metro Canal Del Norte, como llegue ahi pues fue despues de preguntar a Don Arturo (el encargado de las Duelistas) sobre pulquerias aun activas y aun buenas pulquerias, me dijo que por ahi habia una. No conocia para nada esa colonia tan asi que aun no recuerdo el nombre solo se que me guie por el rastro y me baje hasta despues de congreso de la union, pero erre y tuve que regresarme mientras caminaba me hacia muchas imagenes mentales sobre como seria la pulqueria, en todos los años que llevaba visitandolas nunca habia escuchado hablar de "La Bonita" nombre peculiar pero llamativo como todos los demas.

Llegue a la esquina de Cananea y Aluminio, afuera habia una señora garnachera preparando quesadillas, entre pese a que habia aun mucha luz de la tarde no se distinguian todos los detalles pero conforme mis ojos se fueron acostumbrando a la penumbra, al aroma entre acido y fresco de madera pude notar cada detalle:

Las paredes tapizadas con cuadros Don Roberto me dijo "De La Fe Taurina". Una pulqueria llena de elementos que hacian evocar la memoria... ¿quien es donde Roberto? talvez el ultimo de los jicareros de esa escuela que tenian amor por su oficio, aquellos jicareros que se saben las recetas para los curados como si ellos fuesen una enciclopedia, Don Roberto es uno de esos ultimos que guardan en su ser y que a momentos sus ojos parecen a punto de llanto "Yo tuve las mejores pulquerias del Df" y le creemos al contarnos que el llego a vender 20 castañas al dia a media tarde se habia terminado todo, no quedaba mas que esperar al otro dia, Don Roberto dueño de aquella famosa pulqueria "La Licuadoras" aquella a la que le dedicaron una singular cancion, Las Coronelas que se cayo con el temblor de 1985 esa sensacion de añoranza se hace presente al ver los afiches colgados en la pared, la historia del pulque contada en cuadros, la muerte de manolete hecha caricatura, un cartel que tiene los precios de los curados, el zapato de Gloria Trevi, piñatas y papel picado colgando del techo un altar a la virgen impecable, la canaleta y el tubo pa no llegar mas lejos, el aserrin en el piso que pareciera darnos ese aroma fresco, no hay duda de que La Bonita le hace honor a su nombre, le hace honor a una tradicion de la que muchos no sabiamos que existia aun.

La bonita se encuentra medio escondida medio descubierta con una competencia directa al otro lado de la calle una cantina pero a decir y oir de voces cercanas a nosotros prefieren tomar un buen pulque, "aqui no prohibimos nada" nos decia don Roberto "pero tampoco se vale que se pasen de listos".

Unos curados soberbios alrededor de 4 al dia incluyendo los de siempre: avena y apio con sabores no tan dulces no tan acidos a punto de curado fresco tan fresco que parecen recien sacados de un refrigerador, recomiendo ampliamente el de jitomate y apio, la razon de porque son tan buenos es porque Don Roberto trae pulque de su propio tinacal el cuida sus magueyes y nos trae "esto ya no es negocio, ahora vendo una castaña cada dos dias" a sabiendas que mantiene abierta "La Bonita" por un amor al pulque al oficio, no al negocio simplemente a impedir que muera como mueren todos los dias las costumbres.

La Bonita debio ser el oasis para todos esos obreros y macheteros, debio ser uno de esos refugios que todos buscaban al final del dia o antes de empezar el dia.

Larga vida a esa pulqueria que todos deberiamos de visitar un dia y enamorarnos de ella, de La Bonita.


Segunda Impresion:
Ulises Ortega



La estación del metro Canal del Norte es una referencia idónea para llegar a un entrañable santuario del pulque, La Bonita. Ubicada en la calle de Aluminio número 119 esquina con Cananea, Colonia Nicolás Bravo, es atendida por su propietario Don Roberto Rivero que suele dar una seña más clara sobre la ubicación del establecimiento diciendo ─entre Tepito y Valle Gómez. Muy seguro y orgulloso, Don Roberto nos comenta que es el tercer propietario del establecimiento que fue abierto en el año de 1916, quizá una de las pulcatas más viejas que quedan, por tal motivo no es de extrañar que haya renombrado a La Bonita como Pulquería “Museo”.



El exterior de La Bonita se encuentra decorado por la caricaturesca imagen de un pulquero y los colores azul y blanco. Resulta, que además de conservar en excelente estado el establecimiento, Don Roberto conserva los rasgos emblemáticos de una verdadera pulcata, con sus mesas de madera, molcajete, altar para la virgen, departamento de damas, canaleta al pie de la barra, aserrín en el piso y una rockola de acetatos de cuarenta y cinco revoluciones por minuto.

Por si fuera poco, lo que para algunos es la decoración para todo el año, puede
resultar incomparable, desde los adornos del altar, los navideños, con todo y la piñata, carteles de corridas de toros, información periodística variada, la oración del pulque, pinturas europeas, -algunas de las que idealizarona los antepasados aztecas- y decenas de modelos de revistas que hasta en el interior del baño forman parte de la decoración. La variedad de los curados es amplia (alrededor de cuatro) y por lo menos siempre hay uno de leche que puede acompañarse con los sabrosos totopos, clásica botana de La Bonita; como dato curioso, probablemente sea la única en que también se venden refrescos. Por supuesto, y como medida de supervivencia por igual se expende cerveza y para la cruda o para cargar batería, hay pulque de mariscos. Quien no conoce La Bonita, no conoce de pulquerías, porque una visita a este lugar, teniendo en consideración el conocimiento de Don Roberto en el tema es incomparable.



Don Roberto declara: ─Yo fui dueño de las mejores pulquerías de México y con justa razón, afirma que a pesar de que ─la época de los negocios ya se acabó, él efectúa su trabajo en la Bonita sin perseguir estrictamente fines de lucro, sino más bien como parte de su vida, como invariable y tradicional actividad que le permite mantenerse activo. Como acostumbra, Don Roberto es muy abierto y rememora algunas épicas historias del pulque, por ejemplo explica que en dos o tres días, vende un barril de pulque, cuando hace algunas décadas en una de sus pulquerías como Las Coronelas, La Unión de los Amigos, Vámonos a Corea o Las Licuadoras, allá en la Buenos Aires, podía venderse hasta veinte barriles en un día, ─A las seis de la tarde ya no había pulque. Sus anécdotas hablan por sí mismas, Don Roberto es una verdadera autoridad al hablar del pulque y pulquerías, pero por encima de todo, es una persona que practica un verdadero e incomparable amor a su oficio, el cual cultiva desde la materia prima que vende, porque el pulque procede de su tinacal y brinda una atención a sus clientes como nadie sabe hacerlo.


Acudir a La Bonita es evocar la imborrable huella del pulque en la vida cotidiana, nos hace pensar en los cientos de trabajadores que transitaron por sus rumbos y que quizá muchos de ellos calmaron su sed ahí o en otra de las tantas pulcatas que en su momento quedaban en el paso obligado desde la colonia obrera Valle Gómez hasta la zona industrial cercana a la estación del ferrocarril en San Lázaro.




sábado, 8 de agosto de 2009

La Nueva


Mientras estábamos haciendo nuestro recorrido por las pulquerías de Tacubaya, nos deteniamos por unos momentos para consultar el mapa que Ulises hizo para la ocasión, acercándonos hacia el metro pasamos rápidamente al mercado y de ahí por una mala orientación mía dimos una vuelta muy innecesaria, caminamos hacia Av Jalisco deteniéndonos cada poco para esperar a Nelly y Rigo que iban detrás de nosotros. Ahí mismo fue cuando le comente a Ulises que yo tenia un vago recuerdo de haber ido por ahí pero no haber visto ya la pulquería que buscábamos.

Así fue que caminando topamos con una esquina que contrastaba con muchos puestos de chácharas y demás utilerias que mucha gente encontraría inútil en caso de no necesitarlas: una fachada azul con blanco grandes cuadros de acrilico de muchos colores servian de paredes, al dirigirnos hacia la puerta principal un señor vestido con un sueter azul y mano rigida nos detuvo y nos dijo que por ahí no podíamos entrar ya que no podían entrar mujeres respetando aquella vieja ley que apartaba a hombres y mujeres. Nelly sorprendida por esa actitud camino hacia el departamento de mujeres y recordando que ella había vivido en ese edificio cuando era una niña.

Entramos un poco alterados por aquella actitud tan extraña ya que en la anterior pulquería a la que asistimos (ver entrada pasada) no se hizo mención en ningún momento, las puertas se notaban oxidadas en las partes bajas.

El lugar no era tan espacioso como se veía por fuera o tal vez era que el departamento de damas tiene una forma triangular y se prestaba para sentirse un tanto encerrado. Los curados se veían apetitosos y al mismo tiempo enigmáticos por ser la primera vez que entrabamos había de: Jitomate, Avena, Apio y Cacahuate. Consultamos un momento el presupuesto; Ulises pidió un litro de Jitomate este curado en particular tenia un sabor mas concentrado que los demás, llegamos a la conclusión de que se usaban los jitomates "arrugaditos" es decir que los dejaban en la caja hasta que se hacían aguaditos para darle mas sabor al curado, Yo pedí de Avena para probar un sabor dulce ya que tenia hambre el sabor no me defraudo no era tan dulce como yo esperaba su sabor ácido estaba en un punto medio así que era disfrutable, Nelly y Rigo pidieron también de Jitomate.

Comenzamos a indagar sobre la edad de la pulquería, yo al ver la arquitectura del lugar (espaciosa con columnas de soporte y una fachada como las que se encuentran en la colonia Narvarte y Doctores edificios con propósitos prácticos muy de moda en esa epoca) deduje de una manera tan errada que posiblemente la pulquería se encontraba en otro lugar pero la cambiaron a ese edificio cuando Tacubaya comenzo a ser un barrio popular en la mitad de la década de 1970.

Conversamos sobre temas de la pulquería asomándonos por agujeros veiamos que en realidad había poca clientela solo contamos 4 personas cuando llegamos, nos ofrecieron un taco de botana había arroz con salchichas con dos tortillas y una salsa muy buena pero no picaba tanto, ese aliviane nos ayudo mucho, el jicarero se veía joven aseguraba que la pulquería estaba desde 1975 se notaba que había crecido entre el pulque por decirlo de una forma su padre el dueño se veía mas serio y enérgico y no nos atrevimos a preguntarle a el.

Terminamos el pulque satisfechos con lo que habíamos consumido y alegres por sus efectos salimos, una cierta incertidumbre me invadía cuanto tiempo mas podría resistir al paso del tiempo, al paso de la gente y de la clientela tan escasa, la clase media de Tacubaya se olvida poco a poco de sus pulquerías y de los demás edificios que conformaron la tradición de su clase media.



Por: Felipe Ramirez
Gracias A Nelly Por Las Fotos


jueves, 6 de agosto de 2009

El Gran Vacilon




El mimetismo de esta pulcata quizá sea uno de los rasgos que permite su supervivencia, aunque si le preguntas a un vecino de la colonia América, es casi seguro que te sepa decir donde queda, desde el mercado que lleva el nombre de la colonia hay que subir hacia avenida Observatorio por Sur 128. Una cuadra antes de la avenida no hay pierde, porque ahí, casi siempre está la bolita en su mayoría de señores, de donde de vez en cuando se desprende uno, para ir a la pulcata y pasar al baño. En la calle, pomo, mata ratas, o lo que sea, quizá hasta un toque o una roca, ¿porqué no?, los policías desde la avenida solo se limitan a observar, rindiendo homenaje a la propia avenida, y es que creo que a nadie le gustaría tener problemas con alguno de ellos, seguro te dirían -hijín yo soy del barrio.


Sobre avenida Observatorio solo son cerca de cuatro locales y listo, desde ahí se ve el hospital ABC; ya adentro de la pulcata ay mucho deterioro, ese color amarillo tan vivo, se desgaja en algunas partes, el lavabo de piedra es un cubo muy grande que acumula un negruzco color en la parte baja y que hace juego con mesas pequeñas y sillas sucias.


Esta vez había dos clientes, uno de ellos, el señor del costal, hasta me ofreció un mango no se lo acepté porque ya había desayunado, pero lo saludé y le pregunté como estaba, a lo cual amablemente me respondió, -Pues aquí mano. El otro cliente, desde el primer momento puso tierra de por medio, la mirada bastó, no era de en

ojo sino de franco reto, como que a nadie le gusta que lleguen cábulas de otro lado al barrio, ¡uy! y menos que se metan a la pulcata del tío.



El tío es Celestino Vargas que se sorprendió de que unos chavos le cayeran y le hicieran preguntas y mejor aún, le compraran la mitad del curado del día, piña. Pues bueno a mi me supo de maravilla, estaba crudo, pero la verdad es que si estaba muy bueno. Le puso chile piquín, pero un limón no le hubiera caído nada mal; no obstante preferí guardarme varios comentarios para no incomodar a cliente que nada más paraba oreja y como que al parecer se había graduado con honores en algún reclusorio de la ciudad. En un par de ocasiones al menos, entraron quienes ya conocían a este personaje del rumbo.


Platicamos como media hora con el tío, quizá menos, nos contó anécdotas y referencias de más pulcas, todo siempre buscando no ser tan gráfico, “por respeto a la dama” que nos acompañaba. Reímos y aunque nos creía algo neófitos, cuando era necesario le completábamos con lo que ya sabíamos para no redundar mucho en los temas. A bien, el tío no sabía cuanto tiempo tenía el Gran Vacilón abierto, y aunque ya llevaba unas décadas trabajando ahí de jicarero solamente podía efectuar conjeturas. Algunas cosas seguían como debe de ser, el departamento de damas por ejemplo, estaba abierto, había molcajete, barriles pintados y altar. Entre el urinal de mosaico y la barra se encontraba una rockola con buen repertorio, como iba haber vacilón sin música.


Estuvimos la mayoría del tiempo en la barra, que aunque es pequeña como todo el lugar, era cómoda, estaba limpia y era el lugar más alejado del fétido olor que procedía del urinal. Esta barra tenía incrustados unos grandes tragaluces y no tenía canaleta así que era ideal para platicar con el tío. Una de las mejores frases que nos enseñó don Celestino, a propósito de hablar del mito o cualidad afrodisíaca del pulque surgió a partir de sus propias experiencias, “dicen que el que toma pulque no necesita mujer”. Las risas parecía que lo animaban a seguir compartiéndonos más y más cosas, en verdad que hubiésemos querido quedarnos más tiempo pero el no sabía que teníamos que seguir el recorrido.


Por: Ulises Ortega Aguilar

lunes, 3 de agosto de 2009

Sobre La Gira Pulquera


Pues bien este dia se llevo acabo nuestro Tour pulquero que arrojo buenos resultados, nos acerco a ambos proyectos (Oxido y Pulque Nuestro) ademas de divertirnos y de tomar unos buenos tarros de pulque.

Todos llegamos puntual a la cita en el metro Constituyentes direccion El Chayo, ahi ya esperaba Ulises despues llegue yo, para completar una tercia llego Nelly al final su amigo Rigo, entonces salimos para empezar el recorrido.

Los detalles los iremos posteando Pulqueria por Pulqueria.

Mientras informo que agregamos tres nuevas al directorio para que vayan a visitarlas y disfrutar del pulque de esos lugares.