Era una de esas pulquerias que parecen olvidadas, La Naranja era su nombre al entrar una barra de cemento en bruto te esperaba adornada con algunos vasos (unas piñitas me decian) asi que entrabas y al momento de pedir solo habia de un sabor: Natural la rockola con canciones clasicas Jose Alfredo cantando a todo lo alto Un Mundo Raro... no se porque siempre que llegaba a esa pulqueria estaba esa cancion, las jarras de 5 litros costaban 50 pesos, las piñitas estaban en 8 pesos, todo un mundo rico y saludable del que es el mejor pulque que he probado.
Ahi tuve un encuentro con un señor que aseguraba conocer a mis tios, de una manera mas que asombrosa yo pienso que se lo debia a que segun el llevaba mas de 4 litros de pulque y con trabajos podia hablar, yo tenia una comida en la casa de la que era mi novia en esos momentos pase a la pulqueria con mis flores en la mano, esas flores que iba a regalar. Asi que pedi dos vasos para que poco a poco se me fuera subiendo e ir mas alegre en mi cita.
Veias gente de edad avanzada, gente joven (del CCH Azcapo que aunque quedaba un tanto lejos siempre se hacian presentes) aquella pulqueria La Naranja siempre puntual eran las 9:00 am y ya estaba abierta y limpia, contaba con dos cuartos por asi llamarlo hacia mucho que el departamento para mujeres habia desaparecido con murales pintados el tlaquichero de Apan sacando aguamiel, la leyenda de los volcanes, Mayahuel alimento a sus hijos, dandoles pecho, me quede mirando una vez ese mural y me dijeron "ya ves porque estamos tan fuertes, porque tomabamos los jugos de esa diosa".
Siempre decia voy a volver voy a volver pero volver se veia lejano entre la escuela y el trabajo un dia pase por ahi y estaba cerrado... cerrado como era posible a donde se iba ir don Nacho, Doña Trini a donde se iba a refugiar el tripa cuando tuviera hambre, a donde iria el Iguana cuando su peleara con su esposa. Talvez me decia a mi mismo puede ser que descancen un dia, a lo mejor su esposa se enfermo... a lo mejor... manejaba muchas posibilidades en mi mente, nunca olvidaba las "piñitas" recien lavadas con ese pulque fresco y siempre listo.
Pasaron los meses y un dia vi un letrero pintado en negro... "SE RENTA" como era posible que se rentara ese lugar? ese recinto al que muchos fuimos buscando un refugio un lugar para tomar pulque, yo lo encontre a veces quisiera pasar por ahi y no ver ese letrero.
Porque "La Naranja" era de las ultimas pulquerias clasicas que quedaban. La Naranja no murio porque aun cada que paso por ahi suspiro y pienso que aun hay esperanza de volverta a ver abierta.
martes, 28 de julio de 2009
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1 comentario:
Que buen relato, como te he comentado, yo platiqué o mejor dicho, entrevisté al dueño de La Naranja, el señor Juan, cuyos hermanos son dueños de pulcatas. El señor Juan me dijo que tuvo que cerrar su pulquería debido a una afección respiratoria de la cual afortunadamente va saliendo, además como también decía, piensa reabrirla -cosa que en lo personal veo dificil- aunque el principal impedimento es el aumento de la renta que ha subido considerablemente, y aunque cuenta "con sus papeles" La naranja ha desaparecido.
Atte. Ulises
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