La Victoria

A unas calles del metro La Villa- Basílica se ubica La Victoria. Una pulcata que de acuerdo al dependiente fue abierta hace aproximadamente setenta u ochenta años atrás. Lo cierto es

que desde su exterior puede notarse que esta pulcata ha estado ahí ya un buen tiempo, forrada con azulejo claro tiene cuatro accesos. El primero da al departamento de damas, que cuenta con una pequeña mesa, dos más al local principal y otro más ya clausurado.

Al interior, repartido en dos secciones, este inmueble se divide por un arco. Al fondo, la barra de azulejo azul a cuyo pie conserva la canaleta, ofrece los curados del día que por lo general son tres, de los cuales uno es de avena porque ese se hace diario como lo comenta el encargado. También y para no romper con la tradición hay un pequeño molcajete con salsa para la botana que se prepara en una pequeña sección junto a la barra.

La clientela de La Victoria mayoritariamente se compone de personas de la tercera edad, quienes por lo general prefieren consumir pulque blanco. La calidad del producto es buena pues los curados presentan una consistencia que se caracteriza por no ser espesa, permitiendo degustar su fermentación.

Cinco mesas rojas de tonalidad semejante al de las puertas dan colorido a un apagado sitio que se caracteriza por un desagradable aroma a orines el cual proviene del urinal oculto tras unas cortinas grises. Hay rockola y televisión, a esta pulquería no le falta nada, sólo conocerla.